jueves, 8 de abril de 2010

Cuando viajar en avión se transforma en un suplicio

La fobia a volar es un trastorno frecuente. Sin embargo, cada vez más personas deciden tratarse con terapias que enfrentan al paciente con su miedo.
Viajar en avión , en muchos casos, es motivo de gran estrés.
Diversos estudios internacionales han determinado que una de cada tres personas teme los aterrizajes, despegues y turbulencias. Y una de cada cinco evita volar debido al miedo que le provoca. Además, el 20 por ciento se automedica para intentar tranquilizarse en las horas previas al vuelo. Se trata de un verdadero problema en un mundo globalizado, donde las empresas requieren que sus gerentes, directivos y empleados tomen aviones de manera cada vez más frecuente. Incluso, muchas veces, la posibilidad de ocupar un puesto más importante implica tener que empezar a volar regularmente. Es entonces cuando algo que para muchos puede ser placentero o un simple trámite, para otros se convierte en una verdadera pesadilla.
Cómo se manifesta"En las personas que sufren de aerofobia, la conducta más común es es evitar los vuelos, y para quienes se encuentran obligados a realizarlos ya sea por cuestiones laborales o de fuerza mayor, lo padecen hasta llegar incluso a automedicarse o, aún peor, recurrir a la excesiva ingesta de alcohol para aliviar los síntomas", explica el psicólogo Gustavo Bustamante, presidente de Fobia Club.
Los síntomas comienzan en muchos casos varios días antes, por ejemplo desde que sacan el pasaje empiezan a consultar el pronostico del tiempo, a mirar si hubo accidentes registrados en los medios , preguntan a quienes en esos días vuelan como son los viajes, si hay mucha turbulencia y cosas por el estilo. Es decir, comienzan con una ansiedad anticipatoria. Y hasta a veces tiene pesadillas relacionadas con el tema.
Todo esto va acompañado por una serie de síntomas físicos, algunos que se presentan antes de viajar y otros en el mismo vuelo como transpiración, taquicardia, sensación de ahogo, flojedad en las piernas, dolores gastrointestinales e incluso en algunos se puede producir una crisis de pánico, sin que ello implica pader este trastorno específico.
Qué lo desencadena"Una experiencia negativa, como un vuelo con turbulencias, el mero desconocimiento de las razones físicas que mantienen a un avión en el aire o incluso el visionado de las consecuencias de un accidente aéreo por televisión suelen ser detonantes del problema, que puede aparecer en cualquier momento, incluso en personas que llevan años volando".
Además de los factores detonantes mencionados, el miedo a volar puede esconder otras fobias, como la claustrofobia, o el miedo a las alturas, por ejemplo. El especialista consultado por Infobae.com explica la diferencia entre los sexos ante este problema. "Los hombres son educados para intentar ser valientes y aprender a controlar la emoción del miedo o, al menos, a no expresarla; las mujeres, en cambio, la exteriorizan con naturalidad".
Además de los que presentan una fobia que les impide subirse a un avión, existen también muchos casos de personas que, padeciendo el problema con menor intensidad, acaban volando con un elevado grado de malestar. "Al final vuelan, pero incurriendo en conductas como pasarse el viaje bebiendo alcohol o tomando tranquilizantes.
Estas conductas, pueden ayudar al viajero a llegar a su destino pero, el miedo persiste y la persona lo sufrirá con igual intensidad la próxima vez", relata.Cómo tratarlo"El miedo a volar se puede superar en casi todos los casos abordando el problema de la forma adecuada.
En el Fobia Club se realizan cursos especiales a cargo de profesionales, psicólogos y comandantes de aeronaves, que en un período muy breve (2 a 3 semanas), informan sobre las maniobras y brindan conocimientos que permiten a los pacientes realizar sus vuelos con tranquilidad y placer. El curso culmina con una exposición en vivo, en primer lugar con aviones detenidos en pista y por último, con un vuelo a una ciudad cercana"."Hay gente que nunca voló, entonces al no exponerse al estímulo no comprueba qué es lo que puede pasar en un vuelo. Justamente, las terapias lo que hacen es acercar al paciente al estímulo, desde un enfoque integrativo, que permite reordenar la información".
"Hoy nadie se puede plantear el tema de no viajar, y decir que no quiere volar, pero la fobia a volar es algo muy comun entre los ejecutivos, por tal motivo lo mejor es aceptar el problema, expresarla, y realizar un tratamiento para superarlo, concluye Bustamante.